Un lago convertido en un desierto, es lo que le sucedió al Poopó.
"Tenemos un lago que ha desaparecido, ahora es una pampa; un desierto donde no se puede sembrar nada, ni producir; no hay nada, mucho menos vida".
Con estas palabras, recogidas por la agencia de noticias Efe, fue que el dirigente campesino Valerio Rojas describió la situación del lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia después del Titicaca.
Este lago de agua salada, ubicado en un altiplano en el departamento de Oruro, que colinda con Chile, tenía una extensión de 2.337 kilómetros cuadrados.
Pero ahora ha quedado reducidos a tres humedales –"charcos" dirían algunos– de menos de un kilómetro cuadrados y escasos 30 centímetros de profundidad.
La catástrofe se venía anunciando desde hace años y tiene un fuerte impacto ecológico, económico, social y político.
"Tenemos un lago que ha desaparecido, ahora es una pampa; un desierto donde no se puede sembrar nada, ni producir; no hay nada, mucho menos vida".
Con estas palabras, recogidas por la agencia de noticias Efe, fue que el dirigente campesino Valerio Rojas describió la situación del lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia después del Titicaca.
Este lago de agua salada, ubicado en un altiplano en el departamento de Oruro, que colinda con Chile, tenía una extensión de 2.337 kilómetros cuadrados.
Pero ahora ha quedado reducidos a tres humedales –"charcos" dirían algunos– de menos de un kilómetro cuadrados y escasos 30 centímetros de profundidad.
La catástrofe se venía anunciando desde hace años y tiene un fuerte impacto ecológico, económico, social y político.
No hay comentarios:
Publicar un comentario