http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/el-aumento-de-la-temperatura-del-mar
A lo largo del siglo pasado, el calentamiento global ocasionado por las actividades humanas que emiten dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor, ha generado un aumento aproximado de 0,6 °C en la temperatura media del planeta. En los océanos, este cambio ha sido de aproximadamente tan solo 0,1 °C. Este calentamiento se ha producido desde la superficie hasta una profundidad de alrededor de 700 metros, donde habita la mayoría de la fauna y flora marinas.
Quizás, el organismo marino más vulnerable al cambio en las temperaturas es el coral. Hay pruebas de que el blanqueo de los arrecifes (la pérdida de sus algas simbióticas) se produce incluso con el más mínimo aumento persistente de las temperaturas. El blanqueo ralentiza el crecimiento de los corales, los hace más propensos a contraer enfermedades y puede causar la extinción masiva de los arrecifes.
Otro organismo afectados por el cambio de las temperaturas es el krill, un eslabón extremadamente importante en la base de la cadena alimentaria. Las investigaciones realizadas han demostrado que el krill se reproduce en cantidades significativamente inferiores cuando aumenta la temperatura de los océanos. Esto puede causar una reacción en cadena al alterar el ciclo vital de los de los animales que se alimentan de krill, como los pingüinos y las focas, lo que a su vez provoca una escasez de alimentos para los depredadores superiores.
La subida del nivel del mar
Cuando el agua se calienta, se dilata. Por eso, la consecuencia más inmediata del aumento de la temperatura del mar es un rápido aumento del nivel del mar. El aumento del nivel del mar provoca la inundación de los hábitats costeros de los seres humanos así como de las plantas y los animales, la erosión del litoral y la intensificación de tormentas que pueden devastar zonas de poca altitud.
Tormentas más intensas
Muchos climatólogos afirman que ya se pueden percibir los efectos del aumento de las temperaturas en la proliferación e intensificación de tormentas tropicales, huracanes y ciclones. Cuando la temperatura de la superficie del agua se eleva, el agua se evapora con mayor facilidad, lo que contribuye a que las pequeñas tormentas que se forman en el océano se conviertan en sistemas de mayor tamaño e intensidad.
Cuando tocan tierra, estas tormentas de mayor intensidad pueden multiplicar el daño causado a las estructuras humanas. También pueden dañar ecosistemas marinos como los arrecifes de coral y los bosques de algas. Y un incremento en la frecuencia de las tormentas se traduce en un menor tiempo de recuperación para estos hábitats sensibles.
Otras consecuencias
El aumento de la temperatura del mar también está asociado a la proliferación de especies invasoras y de enfermedades marinas. La evolución de un hábitat marino estable depende de un gran número de factores, incluida la temperatura del agua. El aumento de la temperatura de un ecosistema puede favorecer la entrada de especies o bacterias foráneas que en el pasado habían quedado excluidas. Esta circunstancia puede forzar la migración e incluso la extinción de una o varias especies.
El aumento de la temperatura de los mares puede causar el deshielo de la base de las plataformas de hielo polar, lo cual pondría en peligro su integridad estructural y provocaría grandes desprendimientos en las plataformas. Los científicos también se muestran preocupados por la posibilidad de que el aumento de la temperatura de las aguas interrumpa la llamada cinta transportadora oceánica, el sistema global de corrientes oceánicas que regula en gran medida la temperatura de la Tierra. Su desaparición podría acelerar de forma catastrófica el cambio climático.
¿Continuará?
La única forma de disminuir la temperatura de los océanos es reducir notablemente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, aunque reduzcamos de forma inmediata las emisiones de dióxido de carbono a cero, los gases que ya hemos liberado a la atmósfera tardarían años en disiparse.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elporquedelascosas/2014/12/14/por-que-esta-subiendo-el-nivel-del-mar.html
El nivel del agua del mar sube respecto a tierra, o ésta baja respecto al mar, tanto da que da lo mismo. Al aumentar la temperatura del agua del mar, esta se dilata como se dilata casi toda la materia al calentarse (una excepción es la misma agua cerca de los 4ºC, que se dilata al calentarse y al bajar de esta temperatura).
Brown, L. (1996). La situación del mundo 1996: informe anual del Worldwatch Institute sobre medioambiente y desarrollo. Barcelona: Icaria editorial. p. 64.
Aunque la gravedad de los huracanes no está vinculado al calentamiento climático, es evidente que las pérdidas causadas por los huracanes podrían multiplicarse merced a otra característica de un mundo sometido a calentamiento: la elevación del nivel del mar. El agua se expande al calentarse, y la elevación de las temperaturas también tiende a fundir los hielos glaciales que se encuentran cerca de los polos del planeta. En los últimos 100 años, el nivel del mar se ha elevado ya entre 20 cm y 40 cm...
Pérez, E. (2007). Los cambios del clima. Almería (España): Grupo Editorial Darwin. P17
El dióxido de carbono tiene su principal reservorio en los océanos. El fitoplancton juega un papel fundamental a la hora de regular la química atmosférica, gracias a su capacidad de transformar el dióxido de carbono en materia orgánica a través de la fotosíntesis. Esa materia, cargada de carbono, se deposita directa o indirectamente -después de ser consumido por otros habitantes del océano- en las profundidades marinas, donde permanece durante siglos o milenios. El carbono también alcanza el fondo del océano por otro proceso: la formación de carbonato de calcio, el principal componente de las conchas de los foraminiferos microscópicos que forman el zooplancton. De ahí que se considere a los océanos como el mayor reservorio de carbono del planeta.
Por otra parte, el mar absorbe CO2 por simple efecto físico-químico de disolución en el agua. Cuanto más fría es el agua del mar tanto dióxido de carbono es capaz de disolver. Por eso mientras en los mares tropicales y subtropicales se libera dióxido de carbono a la atmósfera, las aguas polares de Groenlandia y la Antártida disuelven grandes cantidades de este gas. Allí permanece confinado en las profundidades durante centenares de años.
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