domingo, 9 de abril de 2017

Cambio climático

Aguilar, G. (2009). Derecho ambiental en Centroamérica. Tomo II. Giant, Suiza: UICN. p. 405

El cambio climático es un cambio atribuido directa o indirectamente a las actividades humanas que alteran la composición global atmosférica agregada a la variabilidad climática natural observada en periodos comparables de tiempo. De acuerdo con el consenso científico, el resultado más directo podría ser un "calentamiento de la atmósfera mundial" del orden de 1,8 a 4º C durante los próximos cien años. A esto se debe sumar un manifiesto incremento de temperatura de un 0,5º C desde el periodo preindustrial anterior a 1850, antes del cual sería producto de emisiones anteriores de gases de efecto invernadero.

Conviene aclarar respecto al cambio climático la particularidad de que sus principales causas (emisión de gases de efecto invernadero), el lugar físico de dichas causas (donde se emiten los gases) y los efectos (incremento de la temperatura en la tierra) no poseen una relación directa en el tiempo ni en el espacio. Esta relación atípica plantea un reto para su regulación jurídica en el plano internacional.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto y las sesiones de la Conferencia de las Partes (COP), órgano supremo de la Convención, constituyen valiosos logros de la comunidad internacional pero requieren de esfuerzos adicionales para su correcta implementación.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) delimita sus alcances refiriéndose al cambio climático como un "cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad del clima durante periodos de tiempo comparables". En dicha definición se advierte un énfasis en el factor antropogénico como única causa del cambio. Esta definición responde a un momento donde los estudios demuestran una modificación en la aceleración del cambio atmosférico no observado en los estudios del paleo-climatología

Amestoy, J. (2013). El planeta Tierra está en peligro: calentamiento global, cambio climático, soluciones. San Vicente (Alicante): Editorial Club Universitario, p.186


Trata sobre el 4º informe de evaluación de la IPCC sobre el cambio climático
Aborda el cambio de la definición de cambio climático donde se habla de un cambio por procesos antropogénicos o naturales.

Fernández, A. (2004). Cambio climático: una visión desde México. México: Instituto Nacional de Ecología.p. 20.

Los modelos de circulación general de la atmósfera se han usado para estudiar la variabilidad y el cambio climático. En ambos casos, una vez conocido el forzante del proceso climático por simular, se utiliza un modelo para comparar la simulación numérica con el forzante impuesto, con aquella generada por el modelo pero sin forzantes. Evidentemente, para que un modelo climático sea considerado útil para usarse como herramienta de análisis debe poder simular, al menos aproximadamente, el ciclo anual promedio del clima.

En el estudio del cambio climático se realiza un manejo de forzantes radiativos, efectuándose simulaciones numéricas en donde se aumentan gradualmente las concentraciones de gases de efecto invernadero. La mayoría de los modelos del clima sugieren que a mayor concentración de gases de efecto invernadero, mayor la magnitud de la anomalía climática. Una buena descripción de que son los modelos de circulación del clima aparece en el Tercer reporte del IPCC. En ella se analizan los elementos de los modelos que, por su complejidad y también por su importancia en el clima requieren consideración especial. Entre estos se tiene:

- El vapor de agua
- Las nubes
- El océano
- La estratósfera
- La criósfera
- Los continentes
- El ciclo del carbono


Para que las predicciones de algún modelo sean consideradas con cuidado estas deben incluir algunas características observadas hasta ahora del calentamiento global. Idealmente se esperaría que un model describiera que:

- La temperatura de la superficie ha aumentado y continuará aumentando, más rápidamente sobre el continente que sobre los océanos.

- La tropósfera baja también se ha estado calentando, aunque a un menor ritmo que la superficie.

- La amplitud del ciclo diurno de la temperatura ha disminuido al aumentar las temperaturas mínimas por el aumento en la nubosidad y la precipitación.

- Los glaciares se han retraido y la cubierta de hielo y nieve disminuido.

- El calor en el océano ha aumentado.

- Hay más vapor de agua en la atmósfera que resulta en más precipitaciones, como en el Hemisferio Norte.

- Algunas partes del Hemisferio Sur no parecen estar calentándose.

- No hay tendencias en la extensión de cubierta de hielo y nieve en la Antártida.

- Las variaciones observadas en la intensidad y frecuencia de ciclones extratropicales no muestran una tendencia significativa.

La mayoría de los modelos simulan adecuadamente solo algunos de los puntos antes mencionados, pero se puede pensar que las proyecciones que se obtienen de ellos deben tomarse seriamente. Se puede concluir que se dispones de simulaciones de cambio climático confiables,al menos a escala espaciales subcontinentales y a escalas temporales de una estación a décadas. Sin embargo, aún es difícil obtener conclusiones sobre el cambio climático en escalas espaciales regionales o locales.  Es por ello que se han propuesto estrategias para inferir como impactara el cambio climático a un país en particular. 

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